viernes, 18 de septiembre de 2009




La sencillez de sus dibujos contrasta fuertemente con la excentricidad de sus colores, los recortes de revistas y papeles se amontonan, y la continua presencia figurativa se vuelve una obsesión. Cada capa de estos collages parece representar diferentes lenguajes artísticos: desde el tradicional dibujo y pintura hasta la modernidad del graffiti, el cómic, la moda y la publicidad. Influencias todas ellas que Kolk recoge y manipula con el propósito de resaltar la difícil tarea que tendrá aquel ser humano que pretenda amarrarse a este mundo moderno de lo efímero e insustancial. La mayoría de estas obras están realizadas en dos grandes pliegos de papel, como dípticos que proporcionan un aura sacralizada a esas figuras cuyas máscaras de desidia son el umbral entre la vida y la muerte.